XXX Descenso. Cronica del Heraldo
Mucha destreza y poca agua para el 30 aniversario Dos de las tres navatas que salieron ayer desde Laspuña llegaron a Aínsa pasada la una de la tarde, tras recorrer los 11 kilómetros por el río Cinca. Solo una de ellas tuvo que abandonar a la altura de Labuerda, tras embarrancarse en una de las conocidas zonas conflictivas por la existencia de rasas (zonas de escasa profundidad). El poco caudal y el sobrepeso de las embarcaciones que se habían construido con nuevos maderos fueron las causas de las dificultades que se encontraron los navateros en este 30 aniversario de la recuperación del descenso, que se celebra en Sobrarbe cada tercer domingo de mayo. Centenares de personas se acercaron hasta Laspuña para ver la salida de las tres navatas, formadas por dos trampos (dos tramos de troncos) y sobre las que navegaron cinco navateros en cada una de ellas. Mucho más público se concentró en el puente de Aínsa y en las orillas para ver la llegada, dos horas después de ponerse en march