El 33, ¡Un descenso brillante!.
El domingo 21 de mayo las nabatas han vuelto a surcar las aguas del río Cinca . Ya son 33 las ediciones que lleva realizadas la Asociación de Nabateros del Sobrarbe entre las localidades de Laspuña y Aínsa, un descenso de nabatas por el Cinca que ya es una tradición festiva y que nos recuerda el antiguo oficio del transporte fluvial de la madera desde el Sobrarbe hasta la desembocadura del Ebro. Los nabateros han superado con éxito todas las dificultades que se han originado en la salida, poca agua y la desaparición de dos remos en una de las nabatas, que han sido repuestos con rapidez. Tras este pequeño contratiempo el descenso se ha desarrollado con normalidad y en menos de dos horas las dos nabatas han pasado por debajo del puente de l'Ainsa que estaba abarrotado de gente, un público agradecido que no ha dejado de aplaudir y vitorear a los nabateros de las dos nabatas. Los nabateros de oficio ante los problemas siempre buscaban soluciones rápidas